The Rocky Horror Picture Show

The Rocky Horror Picture Show es una experiencia, tanto si se ve a solas como película, como si conseguimos asistir a uno de los pases en cines o teatro, donde se convierte en una nueva sensación artística, ya que se trata de un espectáculo, al mezclar la proyección/actuación con la intervención del público. Por esta razón, la película de 1973, y la obra de teatro se han convertido en objeto de culto a lo largo del mundo mundial.

El miércoles nos encontramos (sin esperarlo) en uno de los pubs míticos de la ciudad, el Frankenstein, un mastodonte don decoración digna de película y lleno de carteles de películas míticas de serie B, con la desconcertante visión de gente disfrazada como en la película (ya estáis tardando en verla), es decir, ropa interior con abundancia de corsets, ligueros y atuendos burlescos. Al cabo de una hora, cuando ya parecía que iban así porque habrían salido de un manicomio, se inició en las megapantallas del lugar la proyección de la película (que curiosamente del extenso grupo de gente que iba conmigo... sólo yo conocía) y de entre el público gente vestida como los personajes (repito, ya estáis tardando en bajarla) se pusieron a cantar y actuar durante las siguientes 2 horas. Un auténtico espectáculo gratuito inesperado y realmente divertido.