30 septiembre 2007

1 mes en el exilio

Estos días se cumple mi primer mes en el exilio mostoleño. El tiempo realmente se me está pasando superrápido a pesar de que mientras se está en clase parece que el reloj está confabulando contra el universo, pero de forma global miras atrás y ves que hace ya 4 semanas que estoy inmerso en el pequeño universo petrolero situado a las afueras de Móstoles.

Las conclusiones de este primer mes no pueden ser más que positivas. El cambio de aires que necesitaba desde hace mucho ha entrado plenamente en mis pulmones y me siento de nuevo bastante revitalizado. Parece de ensueño estar rodeado de gente de la edad de uno mismo y con ciertas aspiraciones en la vida más allá de a qué tienda va a ir a comprarse el siguiente modelito, qué va a hacer con tanta ropa que no le cabe ya en el armario o elegir a ver a qué fiesta va ese fin de semana (aunque como ya diré más adelante, este tipo de gente acaba siempre colándose en todas partes). Como persona enamorada de mis amigos que soy, y que considero que cada uno se va quedando con una pequeña parte de mí, creo que nuevamente varias partes de mi alma quedarán diseminadas entre la gente que estoy conociendo. Además, la grandeza de llegar a un sitio con 90 nuevos compañeros es que cada uno tiene detrás una historia que poco a poco se puede ir conociendo y tomando forma como quesitos de realidad, como si leyéramos una novela en los intermedios de cada clase.

El piso en el que he ido a caer está genial, un pisazo de 150 m enooooorme. Comparado al que tenía en Salamanca diremos que el salón es más del doble que el antiguo y que la cocina es alargada como toda mi antigua casa. Además podemos sumarle un pedazo balcón dando vuelta a toda la casa y una terracita. Los compañeros de momento muy bien, un extremeño informático mu majete y un compañero del ISE, aunque de otro master, charro de nacimiento que en ocasiones me recuerda a un colega de tiempos de la resi (a David). Hasta hace 2 días había otro chaval un poco más peculiar, excesivamente maniático con la limpieza (parecía que se bebiera el ten con bioalcohol), pero debido a un problema con el brazo se ha exiliado a casa de su novio (y madre y abuela). A ver quién nos entra ahora.

Justo enfrente, como vecinitas de ensueño, tengo a 4 compañeras del master. Estas niñas argentinas se están convirtiendo en una causa de adicción al mate por mi parte y han demostrado ser todas adorables (y sí, están de buen ver para los que se lo preguntan). Están todas deseosas de viajar por España y Europa y fundirse todo su dinero en ello. De momento ya han tenido visita guiada por Salamanca hace un par de fines de semana y quedaron impresionadas (quién no) de la ciudad (aunque faltaban los estudiantes todavía).

En el Instituto de la Energía el resto de compañeros están demostrando también ser geniales. A pesar de la invasión argentina y venezolana que sufrimos en mi grupo los cabroncetes son majos y no se puede por menos que pasarlo bien en clase, intentando entre todos vencer estoicamente el coñazo de 8 horas al día en inglés, de oradores especialmente elegidos para tener la voz más monótona que la de el sintetizador de windows. Todos juntos intercambiamos cabezadas en clase turnándonos en nuestros sueños... Además de esto están mostrando estar a la altura de la bandera española al salir de fiesta. Por supuesto que haya ciertos individuos con complejo de ingeniero que se crean más divinos que una croqueta de morcilla. Y a ellos se suman las divinas de otros másteres que están todas operadas para que sus pedos no suenen en el baño...

Este ladrillo continuará....

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Muy bonita historia campeón, a ver cuando conseguimos coincidir, en salamanca a ser posible que estoy de Madrid hasta la polla y quiero ver mi casita.

Para la proxima vez que te acerques a Salamanca intenta que estemos los demás mamón!!!

17:16  
Anonymous Anónimo said...

Hey me alegro que estés tan contento y te vaya tan bien!

Cool!

Espero que no me metas en el grupo de la gente sin más aspiraciones en la vida que comprarse modelitos o ropa, o ir a fiestas...porque entonces te equivocas, totalmente...es que me he dado por aludida...a lo mejor no...o a lo mejor si iba por mi (entre otr@s...)

Si, hay gente para todo en todos sitios, lo habitual, pero hay que salir para darse cuenta de eso!

Have fun!

Besos, Mariem

20:22  
Anonymous Anónimo said...

heyyyyyyyyyyyyy Udrii, me alegra saber que tas disfrutando a atope de la experiencia y de esos cambios d eaire que te ahcian tanta faltaaa

un besuu, La Nadi

21:56  

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