22 agosto 2005

Las cantabronas


Andábamos nosotros de camping en LLanes, una bonita villa marinera del oriente Asturiano, como siempre mucha fiesta y mucha "alegría". Con el alba, y tras una buena noche de copas conseguí encaminar mis pasos hacia el camping, cosa que no suele ser nada fácil. En esos momentos ya pensaba que la noche no me podría deparar nada destacable, quería encaminarme a la cama y descansar tranquilamente, sin embargo al llegar al camping me encontré con una pobre chica que estaba muy disgustada, no pude aguantar su dolor y la tuve que invitar a una botellina de sidra que siempre alegra el alma. Así la pobre chica me contó sus desventuras, durante la noche estuvo con los chicos de una despedida de soltero, quedando prendada de uno de ellos, sin embargo la injusta vida quiso que tras convencerle para ir a una furgoneta el pobre hombre no pudo consumar el amor que los unía dado que él era el chico que se iba a casar. Así la pobre chica llena de ira me decía “A mi no me importa una mierda que se vaya a casar solo me lo quería follar, yo creo que ya somos mayores para hacer estas cosas”, tuve que animarla mucho, incluso abrir una segunda botellina de sidra, así la pobre se iba animando, incluso me confeso que a sus compañeras la noche les había ido mucho mejor, diciéndome “Creo que a mi prima la han desvirgado hoy” a la vez que abría su tienda de campaña de la cual salía una risueña señorita. Mucho más animada ya, me dejo frases que daban cuenta de su filosofía de vida “Aquí o follamos todos o la puta al río, y yo no me he traído bañador”, incluso me insistió para llevarme a su furgoneta y mostrarme así la intimidad que proporcionaban unas preciosas cortinillas que tenia colocadas en las ventanillas de los asientos traseros, donde me agradeció mi apoyo en esos malos momentos, terminando el día con un buen café solo, eso si con unas gotitas de Baileys.

Y aquí os dejo esta historia para que veáis que las cantabronas son unas chicas estupendas, y como cuando una noche parece tocar a su fin no debemos pasar impasibles ante el sufrimiento humano. Un beso a mi C-Factor.